Quien llama que a quien?

Noticia extraida de EL PAIS de hoy que me ha enviado mi amiga Leyre desde Madrid.
Como se puwede ser tan chapucero, cafre, mamarracho y despreocupado.
Planos municipales califican de anormales a los discapacitados
El Ayuntamiento revisará todos los mapas de las marquesinas



"Instituto Nacional de Reeducación para Inválidos", "Hospital de Ancianos Incurables" u "Hospital de Niños Anormales". Así se refiere el Ayuntamiento en los planos que coloca en las marquesinas de los distritos a tres equipamientos médicos y sociales del sureste de la ciudad: el centro de salud mental Fray Bernardino de Carabanchel, la residencia para mayores Gran Residencia y un centro de educación especial. Dichos planos son la contraprestación que ofrece la empresa de publicidad JCDécaux por explotar dichos soportes y vender su espacio a empresas que quieren promocionarse. Es el único pago que recibe el Consistorio, pero aun así, tiene errores como los reseñados.

Pero la culpa de este desaguisado, que adelantó ayer 20 minutos, es compartida, porque la Concejalía de Obras y Vías Públicas revisó los mapas que JCDécaux les remitió antes de colocarlos en las marquesinas. "Sí, es evidente que se pasaron por alto algunos errores", explica una portavoz del Ayuntamiento. "Los planos los empezaron a poner a finales de 2007. Los revisó Vías Públicas cuando estaba integrada en Medio Ambiente. No sabemos si hay más errores de este tipo, así que se comprobarán todos". Hay 200 mapas de este tipo por toda la capital.

Las denominaciones que aparecen en los planos son las que se usaban antiguamente para estos centros. Pero no es que los mapas no se hayan actualizado en décadas, porque
de lo que sí se ha cuidado mucho Obras y Vías Públicas es de que incluyan el Palacio de Cibeles como sede del Ayuntamiento de Madrid.

El Consistorio no quiso ayer pronunciarse sobre si sancionará a JCDécaux. Dicha empresa es la misma que está encargada de colocar y renovar los planos del metro en las marquesinas del exterior de las estaciones. Pero el mapa que exhiben hoy día es el de hace cuatro años. El diseño es anterior al aprobado en el mes de junio por la Comunidad y no contiene ninguna de las paradas ni líneas nuevas".
La empresa encargada de realizar la actualización de estos mapas se merece que le retiren todas las concesiones durante los próximos 300 años, pero la mayor parte de la culpa, evidentemente, y si ningún tipo de duda no es de la empresa encargada de realizar los mapas, si no de los responsables técnicos y políticos del gobierno de Madrid encargados de revisar y dar el visto bueno a estos planos.
Todos aquellos que por acción u omisión han permitido que estos planos estén en la vía publica de las calles de Madrid a la vista de toda la ciudadanía, deberían de dimitir inmediatamente, en el caso de tener un poco de vergüenza y de dignidad.
Pero hay más.
Porque esta noticia, del mal uso de la terminología, merece una página en uno de los diarios más leídos del Estado si ellos mismos,, los medios de comunicación, no hacen otra cosa que utilizar terminologia obsoleta, denigrante e hiriente para referirse al colectivo?
Como bien dice el artículo, Inválido y Anormal fueron términos utilizados hace muchos años para referirse a las personas del colectivo, no como insulto a si no como palabra técnica aceptada para denominar a las personas con diversidad funcional. Con el tiempo, las organizaciones e instituciones internacionales y por extensión las estatales abandonaron esa terminología, por lo que estas palabras, que se habían convertido en insultos, quedaron en desuso y a día de hoy el a nadie se le ocurre utilizarlas, por su carácter denigrante.
Hoy en día, este mismo caracter hiriente lo poseen las palabras minusválido, deficiente, disminuido, retrasado, etc, y en cambio desde las instituciones públicas, los medios de comunicación y demás altavoces se siguen utilizando como si tal cosa, a pesar de que ya existan leyes que las hayan desterrado y sustituido.
Evidentemente, lo ocurrido con los planos del metro de Madrid es extremadamente grave, pero lo que ocurre todos los días en cualquier periódico, radio, señal, etc. Es igual de grave, al menos para quienes nos sentimos insultados.