Pues si amigos y amigas, he sobrevivido a esa vorágine de zombies ávidos de nómina y de vacaciones de funcionario que se movían pesadamente al ritmo de una voz de ultratumba proveniente de las profundidades de al menos 20 altavoces de 2000 W y que tras oír algo así como un conjuro vudú, han empezado a escribir frenéticamente como poseídos por algún espíritu del más allá. Evidentemente, os estoy hablando de la Oferta Pública de Empleo de Osakidetza-Servicio Vasco de Salud.
No estoy criticando ni mucho menos a todas las personas que se han desplazado hasta Barakaldo con la esperanza de obtener un puesto de trabajo estable y un sueldo digno (no, no es un mito, todavía queda de esto), ya que yo mismo he escuchado la llamada de Ktulu y he acudido como si fuera la última oportunidad de salvar mi alma del demonio del desempleo y de las brujas de las ayudas sociales, o lo que es peor, la última oportunidad de librarme de la pegajosa y asfixiante red de la tarántula de los centros especial de empleo.
Mis críticas, van dirigidas a otros destinatarios. Como adelanté ayer en la mini actualización del blog los aspectos a criticar de esta y otras oposiciones son múltiples y diversos, pero para no hacerlo excesivamente pesado, me centraré únicamente en lo que yo veo criticable de está OPE.
Para empezar, una pregunta que nos hacemos todo el mundo (al menos, todo los/las opositores que esta mañana hemos acudido al B. E. C.), a quien se le ocurrido la maravillosa idea de centralizar en el mismo espacio, un examen (en este caso el de auxiliar administrativo) al que sabían que se van a presentar más de 11.000 personas, (aparté de las otras casi 30.000, se habrán podido pasar hoy por la Feria de Muestras), provenientes de todos los rincones de Euskal Herria y de parte del extranjero. Pero si esto, ya de por sí es un engorro y una dificultad añadida para el conjunto de los/las aspirantes, para las personas con discapacidad en general y para aquellas con movilidad reducida en concreto, esto se puede convertir en motivo de no presentarse al examen.
De sobra son conocidas las graves dificultades con las que nos encontramos las personas con movilidad reducida a la hora de viajar. Y da igual el medio de transporte público que utilices, es más, los más sencillos y corrientes, como son el tren y él autobús, son en los que más trabas nos ponen a la hora de utilizarlos.
Esto, aplicado al la OPE se traduce en que las compañías de autobuses, han habilitado horarios especiales para trasladar a los/ las opositores/as hasta el examen, pero que los vehículos accesibles han brillado casi por su ausencia. La responsabilidad de esto, evidentemente yo se la achacó a Osakidetza, a la Consejería de Sanidad, al Gobierno Vasco y a otras administraciones públicas vascas como por ejemplo las Diputaciones Forales, que son quienes tienen la competencia en materia de transportes, por permitir que las compañías concesionarias de líneas de transporte de viajeros, sigan adquiriendo y circulando por nuestras carreteras con autobuses de servicio publico que no cumplen con la ley de accesibilidad.
No hubiera sido 1000 veces más fácil para todxs examinar en las tres capitales a la vez?, nos hubiéramos evitado muchos problemas y quebraderos de cabeza, aparte de dinero y en el caso de muchxs de nosotrxs, no hubiéramos tenido que buscar un/una "chofer" que nos llevara y nos trajera del examen, sino que podríamos haber accedido a el con total autonomía.
Cuando rellene la hoja de inscripción en la OPE, se me pidió que informara de cuáles eran las adaptaciones que iba a precisar para la realización del examen, aparte de las específicamente necesarias para poder rellenar el examen, añadí la necesidad de transporte accesible. Silencio administrativo.
Son las 23:55, creo que merezco un descanso, mañana terminaré de relataros esta bonita fábula.
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