El asunto del reciclaje, de la recogida de basuras y de la limpieza general, esta de plena actualidad en nuestra ciudad después de que el ayuntamiento otorgara a la empresa FCC, (propiedad de las hermanas Koplovich, no sé si se escribe así y tampoco me importa), la contrata de las labores de limpieza.
Durante estos últimos meses, se han producido varios comentarios y polémicas con respecto a la labor que esta empresa está realizando. Una de estas polémicas ha tenido como protagonistas a los contenedores que FCC está ubicando en la vía pública.
Al parecer uno de los puntos recogidos en el pliego de condiciones era que los nuevos contenedores debían de ser obligatoriamente inífugos, por lo que evidentemente no podían ser de plástico. Al no cumplirse este requisito, toda la oposición municipal ha puesto el grito en el cielo.
De lo que al parecer nadie ha debido darse cuenta, es que estos contenedores, (y otros que vendrán), no cumplían ya no con el pliego de condiciones, sino con una ley, la ley que siempre se les olvida aplicar. Sé que todxs nosotrxs ya sabéis de qué ley os estoy hablando. La fantástica, mítica, y al parecer inaplicable Ley 20/97 Para la Promoción de la Accesibilidad.
Esta ley, se dotó en el año 2000 y 2001 de unos decretos técnicos que regulaban todos aquellos aspectos necesarios para garantizar que las personas con discapacidad tuvieran acceso a los bienes y servicios en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía, (con mayor o menor acierto en algunos casos, pero al menos una ley que protege nuestros derechos).
Es en uno de los artículos de estos decretos técnicos, en los que se regula como deben de ser los contenedores para ser considerados accesibles. Explícitamente dice a que altura deben estar las bocas, 90 cm, y que no debe haber ningún elemento que obstaculice el acceso a estas.
Los contenedores instalados por el ayuntamiento, mediante la empresa FCC, no cumplen ninguna de estas dos cuestiones: las bocas están más altura y la morfología de los contenedores, les dota de obstáculos incómodos para el conjunto de la ciudadanía y muchas veces insalvables para las personas con discapacidad. Por no hablar de donde son ubicados, detrás de árboles, de papeleras, de bancos, de farolas. Alejados de la acera, girados, dados la vuelta. Cuando los ubica por primera vez el camión, los deja pegaditos a la acera, pero duran así hasta la primera limpieza.
Como ya anuncie en el blog, el jueves acudimos como eginaren eginez a la Comisión de Medio Ambiente del ayuntamiento para tratar este tema y lo único que sacamos en claro fue que de los 1500 contenedores que se piensan instalar solamente 25 van a ser accesibles. Y luego tienen la desfachatez de decir que el tema de la accesibilidad es una de sus prioridades, que es uno de los asuntos que más ha trabajado el ayuntamiento durante esta legislatura y que van a procurar cumplir la ley.No les estamos pidiendo favores, no les estamos pidiendo que procuren cumplir la ley, les estamos exigiendo que lo hagan, porque estamos en nuestro derecho.
Si yo no puedo llegar hasta el contenedor y dejo mi basura la mitad de la calle, le podré decir al municipal que no me ponga la multa porque yo también he procurado cumplir la ley?
Evidentemente la ciudadanía De Vitoria-Gasteiz, debemos dar mucha importancia al reciclaje, y ojalá empecemos reciclando a nuestros políticos, obligándoles a que ellos mismos reciclen su mentalidad.
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Añado el link a la noticia apareciada en El Correo del 22 de diciembre de 2006.
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