Predicar con el ejemplo.

La falta de respeto de los conductores hacia los aparcamientos reservados para personas con movilidad reducida es un asunto que ha sido tratado reiteradamente en diversos foros, uno de ellos el blog de Ricardo Gómez "sobre ruedas", por lo que no me quiero extender demasiado en relatar cual es el problema.

El pasado mes de octubre a raíz de una intervención de Ainara Izquierdo, representante de la asociación ARENE, y mía propia como representante de eginaren eginez, en el Consejo de Accesibilidad Municipal, la concejala del PNV Beatriz Artolazábal, presentó una moción en el pleno municipal para instar a que se refuerce el control de las plazas de aparcamiento reservado y para que se persiga el uso fraudulento de las tarjetas que autorizan el aparcamiento en dichas zonas, (se ha constatado el escaneo, la impresión y la fotocopia de numerosos tarjetas).

Dentro de esta moción, se instaba a la policía municipal a aumentar el control de dichas plazas de aparcamiento y de las tarjetas. Se recordaba que el estacionamiento indebido en dichas plazas es una sanción con la misma importancia o incluso más que aparcar en un paso de cebra, en una zona de carga y descarga o en cualquier otra zona en la que esté prohibido el estacionamiento de vehículos.

Traer a la memoria esta moción, viene a cuento porque hoy, a dos meses de haberse aprobado esta moción, me he encontrado con esta situación:

Un coche de la policía municipal cruzado en un aparcamiento reservado para personas con movilidad reducida!

Como van a multar a otras personas, y cómo van a hacer cumplir la ley si ellos mismos la incumplen?!

El parking estaba semivacío, y no había ni rastro por los alrededores de las personas ocupantes de dicho vehículo. La última vez que desde la asociación se denunció esta situación, se nos contestó que la situación sería excepcional y que posiblemente los agentes estarían realizando alguna tarea acorde a su trabajo.

Aunque así fuera, como ya he dicho, hoy el parking estaba semivacío, por lo que no entiendo por qué, precisamente, han tenido que elegir las plazas reservadas para personas con movilidad reducida para ubicar su vehículo.

Como dice siempre mi abuela: hay que predicar con el ejemplo.